El Rab Abraham Saba (1440-1508) y la Isla de los Lagartos Por Rab Yosef Bittón

El Rabino Abraham Saba nació en Castilla, España, en 1440. Cuando los judíos fueron expulsados de España en 1492, no había ningún lugar seguro a donde ir. Ninguna ruta estaba a salvo de los piratas, del hambre y de la siempre presente amenaza de plagas y epidemias. 120.000 judíos escaparon a Portugal. En aquel momento Portugal parecía el lugar más confiable. Na había que atravesar el mar, el idioma era muy similar y la cultura era Ibérica. El Rab Abraham Saba fue uno de esos judíos que se fueron a Portugal en busca de un nuevo comienzo. Pero los refugiados judíos de España pronto descubrieron que el horror, la tristeza y la amargura no habían terminado.

El rey portugués, Juan II, deseoso de aumentar su tesoro, aprobó la admisión de los judíos exigiéndoles que pagaran una importante suma de dinero, 100 Cruzados. Los que no podían pagar esa suma, podían residir en Portugal por un máximo de 8 meses, por una suma menor, 8 Cruzados por cabeza. La mayoría de los judíos, entre ellos el rabino Saba, se trasladaron a la ciudad de Oporto, el principal puerto de Portugal, con la esperanza de navegar en breve a un nuevo destino en Italia, Turquía, Grecia o el norte de África. Pero la escasez de barcos hizo que su salida sea imposible. Y después de que los 8 meses terminaron, el rey Juan proclamó que aquellos que no podían renovar el pago de su residencia por 8 meses adicionales, o se convertían al cristianismo o serian considerados automáticamente esclavos del rey. Nadie tenía dinero para pagar. Habían salido de España con sus manos vacías. Las familias que rechazaron la conversión fueron testigos de uno de las peores tragedias que sufrieron los judíos Sefaradim. El Rey Juan ordenó separar a los hijos de sus padres, algo que ni siquiera la cruel Inquisición española se atrevió a hacer. Miles de niños pequeños fueron arrastrados a los conventos para ser criados como católicos. 700 niños y niñas adolescentes fueron enviados en un barco a Santo Tomé y Principe, una remota isla en la costa occidental de Guinea, recientemente colonizada por los exploradores portugueses, famosa por la abundancia de lagartos carnívoros. De acuerdo con informes de la época, casi todos esos niños fallecieron, algunos devorados por los grandes reptiles y otros de hambre o abandono.

El Rabino Saba describe este terrible evento en su libro Tseror Hamor, parahsat ki Tabo.

זאת היא קללה אחרת שקרה לנו בעוונותנו בפורטוגאל, שלקח המלך את הבנים ואת הבנות הקטנים ושלחם בספינות לאיי הנחשים כדי לעשות שם יישוב

Esta es la gran tragedia que cayó sobre nosotros en Portugal,  el Rey tomó los niños y las niñas y los mandó en barcos a las islas de los lagartos, para poblar ese lugar”.

Dos pequeños niños del rabino Saba fueron tomados de él en estas circunstancias, y el rab Saba nunca los volvió a ver. Buscando a sus hijos, cuenta él,  se vistió como gentil y recorrió numerosos conventos. En cada convento recitaba en voz alta el Shemá Israel. Al oír la voz del Rab Abraham, atraídos por la dulce y familiar melodía del Shema, los niños judíos de los conventos venían hacia él y lloraban desconsoladamente.

En 1495 el rey Juan II murió y con la ascensión al trono del rey Manuel, la situación de los judíos no mejoró. Al año contrajo matrimonio con la princesa española Isabel, hija de los Reyes Católicos ישו, con la esperanza de traer toda la península bajo una sola monarquía. Los reyes españoles aceptaron casar a su hija Isabel con Manuel con una sola condición: que Manuel echara a los judíos de Portugal.  El 4 de diciembre 1496, Manuel estipuló que para noviembre del año siguiente ningún judío podría permanecer en Portugal.  Los que no se quisieran convertir deberían abandonar sus posesiones y dejar el país. Cuando Manuel vio que los Yehudim estaban dispuestos a arriesgar sus vidas y marcharse dejando todo atrás antes de convertirse, se dio cuenta que la partida de los judíos iba a afectar negativamente la economía de Portugal, como estaba ocurriendo en España. Y decidió entonces hacer una conversion en masa, por decreto. En otras palabras, en lugar de expulsar a los judíos de Portugal, decidió expulsar al judaísmo de los judíos. Y los declaro a todos de facto cristianos nuevos.

Había un grupo de 20.000 judíos en Lisboa, entre ellos el Rab Saba, esperando desesperadamente algún barco que los pudieran sacar de Portugal.  Pero el Rey mandó a bautizarlos a la fuerza y les dijo: si quieren, pueden marcharse, pero sus hijos ya están bautizados y se tendrán que quedar aquí…  Los pobres Yehudim tenian que elegir entre sus hijos y su fe…. Estos yehudim eran los más valientes, los que huyeron de España dejándolo allí todo para no profesar ni siquiera en apariencias otra religion.

El Rab Saba fue llevado a prisión. Y cuenta que allí vio al Rab haRashi de Portugal,  Ribbí Shimon Maimi (Meimi) זצל. Él, su esposa, sus hijas y su yernos fueron torturados para forzarlos convertirse y así servir como ejemplo para los demás Yehudim. Pero el anciano Rab Maimi, al igual que toda su familia, prefirió sufrir las terribles torturas y murió al qiddush haShem rechazando la conversion.

Después de pasar 6 meses en un insalubre calabozo el rabino Saba fue enviado con un grupo de judíos a la ciudad de Arcila o Asilah, en Marruecos, una prisión fortificada. Al cabo de unos meses, el rabino Saba pudo escapar milagrosamente de la prisión y llegó a Fez, una ciudad con una importante comunidad judía. Le llevó unos cuantos años al rab Saba recuperarse de su deterioro físico y emocional. Y luego de esa larga convalecencia, se convirtió en uno de los Rabanim de la ciudad y comenzó a reescribir sus libros.

La mayoría de sus escritos, 6 libros de su autoría, habían quedado en Portugal. Uno de los libros más conocidos del Rab Saba, donde cuanta toda la historia que hoy hemos presentado, es  “Tseror Hamor”, un comentario sobre la Torá. También escribió Eshkol ha-Kofer, un comentario sobre Meguilat Rut y Meguilat Ester. Estos dos son los únicos libros de rabino Saba que tenemos. Los manuscritos que quedaron en Portugal eran Tseror haKesef un libro de responsa rabínica sobre temas relacionados con Rosh HaShaná y Yom Kipur. Tseror haJayim un comentario sobre el tratado Pirqué Abot. Un comentario de los Salmos, un comentario a la Guemará Berajot y un libro cabalístico en el cual explicaba las diez Sefirot.

Desde Fes el rabino Saba viajó hacia Adrianopoli (hoy la ciudad de Edirne en Turquía). Murió el 9 de Tishri de 5269 (1508) en un barco. Fue enterrado en el cementerio judío de Verona, Italia.

La nieta del rabino Abraham Saba se casó con el Rab Yosef Caro, el autor del Shuljan Aruj


Fuente: http://halaja.org

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